Ayuda idónea
En Genesis 2:18 la Biblia dice: Dijo además el SEÑOR Dios: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea”. Inmediatamente después relata que Dios creó a todos los animales, pero que no halló ayuda idónea para el hombre y que por eso decidió crear a la mujer.
Pero realmente hemos entendido lo que significa “ayuda Idónea” en la versión Nueva Biblia Viva (NBV), en donde Genesis 2:18 dice lo siguiente: Dios el SEÑOR dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer una compañera que sea de ayuda para él en todas sus necesidades». Esta versión detalla que Dios estaba buscando una ayuda para el hombre en todas las cosas.
Pero en este caso muchas veces confundimos el concepto de ayuda con el de ayudante. Un ayudante es una persona a la que se le delegan tareas de menor importancia para nosotros y que las realice de acuerdo con nuestras instrucciones. Pero una ayuda, en cambio, es algo o alguien en quien nos podemos apoyar en momentos en que necesitamos de un soporte.
La definición literal de ayuda dice lo siguiente: “Acción que una persona hace de manera desinteresada para otra por aliviarle el trabajo, para que consiga un determinado fin, para paliar o evitar una situación de aprieto o riesgo que le pueda afectar”.
Al verlo de esa manera nuestra esposa (ayuda idónea) se convierte un soporte vital para nuestra vida en todas las situaciones que enfrentemos. Yo siempre que platico con hombres les digo que cualquier decisión que nosotros tomamos buena o mala solo afecta directamente a una persona en particular, y es a nuestra esposa, porque ella es la que está a nuestro lado.
A mí me gustan mucho los carros, son parte de mis hobbies, y en el transcurso de la vida conforme he tenido la oportunidad, me ha gustado cambiar carros. Mi idea es ir probando la mayoría de los carros que me gustan para poder disfrutarlos un tiempo y luego cambiarlos.
Cuando mi esposa y yo iniciamos como matrimonio compraba el carro que se podía y el que era funcional para nosotros como familia, pero llegó el momento en que podía comprar el carro que yo quería y decidí comprar una camioneta. Estaba muy emocionado y ni siquiera lo consulté con mi esposa. Cuando llegué con la camioneta, ella me dice: “Si me hubieras consultado te hubiera dicho que esa era una mala compra”. Como hombre me molesté y le dije que ella ni sabía de carros. Al final resultó una malísima compra la camioneta. Tenía muchas cosas malas y, para colmo, resultó que tenía un reporte de robo en Estados Unidos, y esto me hizo perder mi dinero. Desde entonces aprendí que cuando consulto las cosas con mi “ayuda idónea” Dios me respalda porque Él la dejó a mi lado para que fuera mi soporte y me ayude en todo.
¿Cuántas veces no le has puesto atención a lo que dice tu esposa porque crees que ella lo hace para molestarte? ¿Por qué crees que ella no sabe acerca de lo que necesitas decidir?
Hombre: Dios hizo a tu esposa para que fuera una ayuda idónea para ti y debes saber aprovecharla, así que la próxima vez que quieras tomar una decisión, recuerda tienes a alguien a tu lado que está para ayudarte con el trabajo o para sacarte de una situación de aprieto o de riesgo que te pueda afectar. Aprovecha a la persona que tienes al lado y escucha la sabiduría que Dios ha puesto en ella.
Por José Jaramillo
Ejecutivo Tigo
Líder en la Red de Matrimonios Jóvenes de Casa de Dios