Dos = mejor que uno
¿Qué tan importante es tu matrimonio? Muchas veces ponemos la importancia que se le merece a otras cosas o personas y dejamos de velar por nuestro matrimonio. Lo cierto es que debemos velar por nosotros mismos, por nuestro bienestar, por nuestra salud mental. Pero también por nuestro prójimo. Así lo dijo Jesús: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Pero ¿cómo vamos a amar a alguien si no nos amamos a nosotros mismos?
Debemos velar por nosotros mismos como matrimonio. Cuidarnos, amarnos y valorarnos. Saber quiénes somos ante Jehová.
Tiempo para nosotros
Darnos uno que otro gusto siempre es necesario y conveniente, al igual que tomar un café, caminar de la mano, abrazarnos y decirnos “te quiero”. Hacer lo que le gusta al otro le hace sentirse importante.
No juzgarnos
No te juzgues, no te compares, no te dañes. Ámate, confía en ti y en tus capacidades, perdona para ser libre de cargas innecesarias y siéntete feliz. Además, toma en cuenta de que nadie te hará más feliz que tu pareja. Es tu mejor compañía, llora contigo y celebra tus triunfos. Te aconseja y sabe llevar tus cuentas, está en tu cama cuando te enfermas, ora por ti en los momentos malos y siempre te celebra tu cumpleaños.
Unidos
Dios nos dejó para hacer proezas, juntos podemos más: cargamos, soportamos y solucionamos más. El matrimonio es estratégico para el reino de Dios. Génesis 2:18 dice: Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Cuando Dios dijo esto fue porque el hombre no podía alcanzar su pleno potencial por sí mismo; necesitaba una esposa antes de ser padre. Necesitaba otra perspectiva de vida porque nadie es capaz de verlo todo en todo momento. El matrimonio fue la solución de Dios para romper con la soledad que sentía Adán y sigue siéndola para que no tengamos que vivir solos. Eclesiastés 4:12 dice: “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”.
Cesar Arrecis
Emprendedor
Cabeza de Red de jóvenes