Cabeza de hogar: una especie en peligro de extinción
Algo que siempre he aprendido es que Dios es un dios de orden y ha establecido cuál es la posición que cada persona debe ocupar y desempeñar dentro de un matrimonio. Lamentablemente, la sociedad en que vivimos —sobre todo la sociedad latinoamericana— ha dejado de lado aquello que Él ha establecido en cuanto a los roles que cada persona debe realizar y han adoptado patrones extremistas.
Las causas por las cuales no se ejerce la posición de cabeza de hogar:
- Esposos ausentes (física o emocionalmente)
- Hombres ociosos o acomodados
- Matriarcado
- Machismo
Por un lado, el machismo nos ha llevado a ver la figura del hombre como un dictador autoritario donde los abusos verbales, físicos y psicológicos están a la orden del día; por el contrario, el matriarcado, que cada día es más común en los matrimonios, ha invertido el orden que Dios ha propuesto en Su Palabra. Esto trae como resultado matrimonios disfuncionales que cada día adoptan el camino del divorcio.
Entonces ¿quién es la cabeza del hogar de acuerdo con la Palabra de Dios? La respuesta la podemos encontrar en el libro de Génesis, cuando Dios creó a Adán y a Eva.
Dios le dijo a Adán que le daba el derecho de enseñorearse sobre la tierra y sobre todo ser viviente que hubiera en ella; en este caso, la palabra enseñorearse significa tomar dominio, control y administración de todo lo que existía en la Tierra. Algo que me llama la atención es que cuando Dios se dio cuenta de que el hombre (Adán) estaba solo, no dijo: “No es bueno que el hombre esté solo, le haré una mujer para que le haga compañía”; en este párrafo Dios no se estaba refiriendo a la “soledad” que Adán estaba sufriendo, sino literalmente quiso decir: “Creo que no es bueno que Adán ejerza dominio sobre toda la tierra solo. Le haré ayuda idónea”. La esposa es el complemento perfecto.
No olvides que más que una posición, es una gran responsabilidad.
1 Corintios 11:3: Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
Es importante hacer notar que Dios nos proveyó de una “ayuda” a los varones; esto significa que no es lo principal, sino un complemento. Nosotros los varones tenemos la responsabilidad de responder por nuestra familia, guiarla, proveer, trazar el camino por donde nuestro hogar debe caminar. Debemos entregar cuentas a Dios por lo bueno y lo malo que nuestra familia haga. Hay algo que me llama la atención, y es que la primera persona en pecar fue Eva, pero cuando se estaban escondiendo de Dios luego de haber pecado los dos, Él a quien llamó primero fue a Adán. ¿Por qué lo llamó a él primero, si quién pecó primero fue Eva? La respuesta es simple: Adán era el responsable de su familia y debía responder por ella delante de Dios.
Apocalipsis 5:10: y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Somos proveedores
Los varones somos los proveedores de la casa, pero nos hemos enfocado en ser únicamente los proveedores de cosas materiales, dejando a un lado otras áreas en donde también debemos proveer. Por lo menos hay tres formas fundamentales en las que los varones debemos ser proveedores:
- Proveedores espirituales
- Proveedores emocionales
- Proveedores materiales
Proveedores espirituales. Debemos marcar el estándar espiritual para nuestros hijos y nuestra familia, que podamos enseñarles con nuestro ejemplo —más que con palabras— que somos cabeza de hogar porque nuestra cabeza es Jesús. Enseñemos a nuestros hijos que dependemos de Dios y que es necesario buscarle. Aparta un tiempo para leer La Biblia, adorar a Dios y orar juntos como familia, refleja a Dios en tu vida de tal manera que ellos conozcan a Dios por medio de ti.
Yo siempre me pregunté por qué en el libro de Josué en el capítulo 24 y versículo 15 había dejado un error gramatical que era muy obvio y nadie lo había corregido, pero luego comprendí que Josué sabía la importancia de su sacerdocio en el hogar, que si él iba al frente marcando el camino toda su familia iría detrás de él y por eso quedó escrito “… Yo y mi casa serviremos al Señor”.
Proveedores emocionales. Muchas veces hemos confundido que ser proveedores espirituales es lo mismo que ser proveedores emocionales, pero déjame decirte que no es lo mismo. Hay momentos en nuestro hogar que nuestra esposa necesita que podamos escucharla, que le pongas el hombro para que pueda llorar, nuestros hijos necesitan platicarnos como les fue en la escuela, posiblemente se burlaron de ellos y quieren contárselo a alguien y ese alguien deberíamos ser nosotros los padres. ¿Te has preguntado quién es la primera persona a quien tu esposa recurre cuando necesita consuelo o cuando necesita platicar sobre algo que le molesta? O ¿a quién buscan tus hijos para platicar de algo que les está sucediendo? No dejes que alguien más haga ese trabajo que a ti te corresponde.
Aquí también está la parte de corrección de tus hijos, enseñarles sobre sexualidad, principios y valores que harán que tu familia se distinga de las demás.
Proveedores materiales. Nosotros los varones somos los encargados de llevar la provisión material a nuestra casa y no hay cosa que pueda minar la autoestima de un hombre que el hecho de no poder ser el proveedor material de su hogar. Debes estar consciente de que Dios es quien prospera el trabajo de tus manos y Él es quien nos da el poder de hacer riquezas. Recuerda que todo debe hacerse con un balance. No es malo hacer herencia para tus hijos, pero no descuides a los herederos: trabaja diligentemente y sé un buen administrador.
Algo importante es enseñarles el valor del dinero a nuestros hijos. Instruye en ellos los principios de dar, ofrendar y diezmar que son las bases de la prosperidad en Dios.
Dios pedirá cuentas de nuestro sacerdocio
Dios nos ha puesto como sacerdotes de nuestro hogar y nos pedirá cuentas de nuestra familia. Solo recuerda que la autoridad nos ha sido delegada por Dios pero el liderazgo te lo ganas tú con tus acciones. Recuerda que no estás solo en esto, tienes a Jesús como Sumo Sacerdote y una ayuda idónea como esposa, pero el paso y la dirección la marcas tú como cabeza de hogar. Si tú te detienes, tu familia se detendrá contigo; si tú retrocedes, ellos también retrocederán contigo; y si tú avanzas, ellos también lo harán junto a ti.
Génesis 3:7-12: Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
No olvides que más que una posición, es una gran responsabilidad.
David García
Líder en la red de Matrimonios jóvenes de Casa de Dios
Empresario