El Tercero en el matrimonio
Según una publicación del RENAP de enero a julio de 2022 se habían inscrito 6 mil 400 divorcios, un 12% más que el año pasado en el mismo periodo cuando fueron 3 mil 936. Estas estadísticas son alarmantes y en la mayoría de los casos se dan en los primeros años de casados.
Junto a mi esposo Ricardo decidimos dejar que una tercera persona formara parte de nuestro matrimonio, algo que nos ha mantenido unidos y realizados, y queremos que ustedes también puedan invitarla a su relación. Veamos que dice Eclesiastés 4:12 (NVI): Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!
No es lo mismo un matrimonio de dos, a uno de tres personas. Porque esa tercera persona es la más importante en una relación. Es quien la mueve, quien la permite. Ahora que lo pienso bien, no sé ni cómo podríamos vivir una vida sin Dios. No es lo mismo conocerlo, llamarlo de vez en cuando para pedir ayuda o para agradecerle, que decirle: “Dios, entra a nuestras vidas, tómalas y guíanos. Tu nos creaste y nos uniste en matrimonio”.
Nuestro matrimonio sin Dios no lograría su propósito real. Ningún matrimonio es perfecto, pero estoy segura de que, si ya es difícil que dos personas diferentes se lleven bien, es más difícil sin Dios en la relación. Dios trae su gracia, trae amor, perdón, comprensión y compasión. Cuando estamos lejos de Él, es fácil que cosas como el egoísmo y el enojo nos dominen. Muchas veces es fácil que nuestros defectos sobrepasen las virtudes. Sin Dios se pasa más trabajo para perdonar, incluso se quedan cosas guardadas en nuestros corazones que provocan rencor y amargura.
Un matrimonio cuya base es el Señor camina en el respeto mutuo, en tener acuerdos de no levantar la voz y en ser tolerantes, entre otras cosas. Ha habido momentos en nuestra relación que ambos nos hemos fallado, pero recordamos cuánto Dios nos ha perdonado y el Señor nos recuerda que debemos mostrar la misma misericordia uno con el otro.
Quizás te preguntarás, ¿cómo puedo hacerlo? Pídele a Dios que abra tus ojos para ver tus propias fallas y la magnitud de su perdón en tu propia vida. Esto ablandará tu corazón hacia tu pareja. En Proverbios 10:12 (NTV), dice: El odio provoca peleas, pero el amor cubre todas las ofensas. La palabra nos habla que Dios es amor. Al tener a Dios en tu vida, él te ayudará en el proceso de perdonar, pues de su mano es mucho mejor.
Por lo tanto, lo más importante es conectarse con Dios, esto traerá inspiración, revelación y comunión entre ambos cónyuges. Además, aquí encontramos la fuerza que nos faltaba, el tercer hilo del cordón.
Vanessa de Benecke
Cabeza de Red
Red de Matrimonios Jóvenes
Referencia:
RENAP (2022). La importancia de inscribir un divorcio ante el RENAP. Boletín Renap, miércoles 08|10|2022. Consultado en: https://www.renap.gob.gt/noticias/la-importancia-de-inscribir-un-divorcio-ante-el-renap